Hace algunos meses, escribí un artículo para la Revista Travel Manager de España. Muy amablemente me han pedido que escriba una serie sobre Viajes de Negocios desde la perspectiva del viajero. Estoy muy agradecido por la oportunidad y los mantendré informados cuando salgan los artículos. Revista Travel Manager es la única publicación que conozco sobre la gestión de viajes corporativos en español, dirigida a la region Iberoamericana. Les comparto la introducción a la serie que acompañará al primer artículo.
En los últimos años, la gestión de viajes ha evolucionado positivamente, y el travel manager empieza a surgir como un socio interno estratégico, apoyando a diversas áreas, para juntos cumplir con los objetivos estratégicos, no solo de control de costos, de sus organizaciones. También he aprendido que existen oportunidades para mejorar la dinámica travel manager-viajero, ya que todavía existen vacíos de comunicación y falta de entendimiento sobre objetivos y puntos de fricción mutuos, lo cual resulta en costos adicionales, debido a menores niveles de satisfacción, y por ende una menor adopción de las políticas de viajes.
En el 2016, hice 22 viajes, visitando 8 países. Durante estos viajes, pase 56 noches en un hotel, tomé más de 170 taxis (entre Uber, Lyft, Cabify y taxis), me subí 69 veces a un avión, recorriendo sobre 100,000 millas, sentado 237 horas en ellos, el equivalente a casi 10 días enteros. Antes, durante y después de estos viajes, experimenté: debate sobre cuando salir y regresar para ahorrar en los boletos,, viajar en tiempo personal, demoras, cancelaciones, tráfico, robo de billetera, reuniones canceladas, clonación de tarjeta de crédito corporativa, enfermedad, perdida de equipaje, no tener todos los recibos para el reporte de gastos, etc.
Descubrí algo interesante, cuando se lo comento a alguien que viaja regularmente, generalmente la respuesta es “ya me pasó ” o “no sé qué haría en esa situación”. Sin embargo cuando se lo comento a personas que no viajan regularmente, incluyendo, recursos humanos, travel managers, finanzas, compras, etc., en diversas organizaciones, las respuestas han variado desde “¿Y?”, asombro con un “no te puedo creer”, hasta “como exageras, yo sería feliz viajando como tú”. Son dos situaciones interesantes, viajeros que no saben que hacer si existe un imprevisto, y no viajeros que no saben todas las implicaciones de viajar por negocios.
Esa es la inspiración para esta serie, con el objetivo de ofrecer a nuestros travel managers el punto de vista y experiencias de un viajero de negocios para encontrar áreas de oportunidad donde se puede agregar valor a nuestras políticas de viajes. Así mismo, ofrecer a nuestros colegas que viajan representando a nuestras organizaciones, particularmente aquellos que son nuevos a los viajes de negocios, con ejemplos, tips e ideas para hacer de su experiencia de viajes más eficiente, confortable y segura. Esperamos incentivar un diálogo que resulte en mejoras que apoyen los objetivos estratégicos de nuestras organizaciones.
Nos encantaría recibir sus ideas sobre temas a cubrir y comentarios e inquietudes sobre los mismos, este espacio es para ustedes